Tras recibir documentos recientemente desclasificados, la fiscalía a cargo de la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman dispuso la citación de 90 militares que integraron el área de inteligencia durante la gestión del exjefe del Ejército César Milani. La decisión se funda en la sospecha de que esa estructura pudo haber tenido algún tipo de intervención en el caso.
La medida representa un avance significativo en la pesquisa, cuyo origen remonta a la denuncia que presentara Nisman en 2015 contra la entonces presidenta Cristina Kirchner, además de encontrar origen en las tareas que Milani coordinaba como responsable del área de inteligencia militar.
Los fiscales buscarán interrogar a los funcionarios militares sobre sus actividades durante la investigación y los posibles vínculos con operadores de inteligencia civil o judicial. El objetivo es establecer si existieron maniobras destinadas a influir en el expediente o en las circunstancias del hallazgo del cuerpo de Nisman, hallado muerto en su departamento en 2015.
Se espera que las citaciones incluyan a altos oficiales y a agentes de menor rango que formaron parte de esa red de inteligencia, tanto en roles operativos como administrativos. La ampliación del enfoque investigativo reflejaría una nueva fase en la búsqueda de responsabilidades en uno de los mayores enigmas de la justicia argentina.