La Universidad de Buenos Aires (UBA) anunció que pondrá en marcha un “plan de restricción” operativa luego de que el presidente vetara la ley de financiamiento universitario. La medida fue presentada en conferencia de prensa por el rector Ricardo Gelpi, el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) Oscar Alpa, y el vicerrector del CIN, Franco Bartolacci. También se convocó a movilizarse el día en que el Congreso trate el veto.
Entre las acciones contempladas está la reducción del gasto energético (como disminuir el uso de luces), recortes en becas de investigación y demoras o problemas en el mantenimiento edilicio. Las autoridades alertaron que sin la sanción de la ley, la universidad funcionará “en un estado crítico” hacia fin de año.
Gelpi enfatizó que el vacío normativo generado por el veto impide el planeamiento académico, de investigación, salud y extensión con previsibilidad. Señaló que ya lleva dos años con el presupuesto prorrogado, lo que dificulta sostener la plantilla docente y nodocente; además, advirtió sobre la caída salarial y la renuncia de persona.
En respuesta al veto, la oposición planea convocar una sesión especial del Congreso para insistir con la ley. Mientras tanto, los gremios universitarios anunciaron un paro nacional de docentes para el viernes próximo, y una Marcha Federal coincidente con el debate legislativo.