El gobierno de Javier Milei anunció este miércoles la recuperación del Ministerio del Interior, ahora encabezado por Lisandro Catalán, con el objetivo de fortalecer canales de comunicación con los gobernadores. La medida busca reactivar el diálogo federal tras la derrota electoral en Buenos Aires.
El regreso del Ministerio se presenta como una señal institucionalmente significativa, evocando un rol clave de coordinación relegado desde mayo de 2024. No obstante, detrás del gesto hay tensiones: el Ejecutivo ya confirmó que vetará la ley de ATN, cuya aprobación por parte de los mandatarios era condición para iniciar nuevas conversaciones. Esta decisión enfrió el esbozo de recomposición del vínculo con el interior.
La ley de ATN, redactada por los gobernadores, proponía un nuevo esquema de distribución de recursos federales. De confirmarse el veto, consolidará la percepción de retroceso en la relación entre Nación y provincias, que desde hace días ya muestran reservas hacia la convocatoria nacional.
Catalán, que hasta ahora era la voz con mayor llegada institucional hacia el interior, hereda una gestión con escasa confianza de los gobernantes. Su nombramiento en un Ministerio reforzado podría tener rumbo funcional o simbólico, dependiendo de si se acompaña de gestos más allá del gesto formal.